Quizás te esté pasando lo que a mí ahora. Tienes miles de ideas que contar, pero no sabes cómo empezar.
La verdad es que escribir no es fácil. Tienes que tener los conocimientos del tema sobre el que vas a escribir, la decisión por hacerlo y el tiempo necesario para ello.
No obstante, esta es una tarea que una vez se inicia te puede reportar muchos beneficios y alegrías. Porque cuando escribes sobre algo que te apasiona, que dominas y te ilusiona, estás dando el primer paso para posicionarte como alguien influyente en dicho tema. Por ello, ¡es fundamental que empieces!
Pero, ¿cómo lo hago? No sé por dónde empezar, no soy ordenado, siempre encuentro un motivo o una excusa para hacer otra cosa…
Lo mejor es pensar en aquello que te motiva de una forma definitva para seguir hacia adelante.
Te voy a contar lo que a mí me funciona mejor para superar esta fase de bloqueo inicial, esta fase en la que no empiezas aunque sabes que tienes mucho ponencial, muchas cosas que decir y que con toda seguridad podrán servir a muchas personas.
Mi secreto es pensar en mi familia, que es lo que cada mañana me hace levantarme. Si no fuera por ella te puedo asegurar que podría pasarme el día sin hacer nada, «no daría un palo al agua». Pero gracias a la alegría que me proporcionan mis hijos y mi mujer soy capaz de empezar, de tirarme el día trabajando. Porque para mí son mucho mejor que una gran taza de café, aunque este también ayuda.
Por ello, mi principal consejo para que puedas arrancar, para que inicies tu andadura como escritor o escritora es que pienses en lo que más te importa, en lo que realmente te importa, en eso por lo que estás dispuesto a luchar sin límites.
Para mí es mi familia
¿Y para ti?
Cuéntame en los comentarios qué es lo que a ti te haría moverte para empezar a escribir.
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